La primera base de Ibi Tekoa estuvo ubicada en la vereda Comuneros, en Sopó, en una casa deshabitada con un sugerente letrero de 'Animalízate', por la cual se acordó un trueque-arriendo: habitarla a cambio de recuperarla. Este acuerdo se mantuvo durante dos hermosos años, hasta que Ibi Tekoa emprendió un viaje por Suramérica, sin tiempo ni rumbo definido. Al regreso de esta aventura, surgió la necesidad de encontrar una nueva base, esta vez más permanente, para poner en práctica los aprendizajes y los experimentos necesarios para realizar la transición a un estilo de vida en armonía con la naturaleza.
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| Inauguración de la Tienda de Trueque en Animalízate, la primera sede de Ibi Tekoa (2009) |
Los altos precios de la tierra en Sopó, resultado de una burbuja inmobiliaria que aún no estalla, nos llevaron a buscar un espacio en otros territorios. Luego de varios recorridos por los alrededores de Bogotá, encontramos un terreno en la vereda Victoria Alta, en Silvania, Cundinamarca, en el corazón de la Red Kunagua, una comunidad de vecin@s ubicada en un bosque de niebla en proceso de restauración, que hoy abarca unas 60 hectáreas habitadas por unas 30 familias, donde se gesta un experimento social desde 2005, cuando las primeras cuatro familias fundaron la Red.
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| Construcción de la estructura de La Casa de Botellas (2016) |
En 2015, se estableció la reserva Ibi Tekoa en 1.75 hectáreas nunca antes habitadas, donde asumimos el reto de habitar sin destruir y, por el contrario, esforzarnos por regenerar. Con la naturaleza como guía, apoyados en las múltiples experiencias de la itinerancia, en los vecinos con más experticia y en la abundante información disponible en distintos medios, empezamos a aprender haciendo.
Uno de los primeros experimentos, la construcción de La Casa de Botellas, con una mezcla de reciclaje y materiales naturales, ha sido una escuela inolvidable, como las tantas otras inherentes al propósito de habitar en la montaña: la educación de nuestros hijos, el cultivo de los alimentos, el vivir en comunidad. Allí se gesta el Centro de Experimentación de Permacultura Popular, un espacio para el aprendizaje práctico que en proceso de construcción, que espera recibir a personas de todas las edades interesadas en aprender, apoyar y explorar la transición a otros mundos posibles.
Aunque la itinerancia sigue siendo recurrente, ahora tenemos una base a donde regresar, un proyecto en curso para seguir aprendiendo en la acción, un vecindario singular al que siempre dan ganas de regresar. El camino apenas empieza…
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| Fiesta de disfraces en la Red Kunagua (2019) |
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